Archivo mensual: enero 2010

El encantador ha vuelto

LXXIII

Soy débil. Tengo que admitirlo. Me dejé convencer. Anoche, de forma inesperada, acepté la invitación de Santiago y sólo porque no me dio tiempo de pensarlo.

Como siempre, se portó de forma impecable y lo más extraño fue que me ofreció una explicación sobre la novia-exnovia.

Comenzó diciéndome que esto de “mí” era algo que no estaba buscando, que no podía dejar de pensar en mí y que quería conocerme en serio. Me contó que esta chava con la que salía era alguien famoso (¡auch!) y que por eso había llamado tanto la atención, pero que había sido algo pasajero para “curar” el proceso de separación de su esposa.

También me relató su matrimonio y su divorcio y por primera vez en mucho tiempo yo callé la mayor parte de la noche.

–       Sé que es mucho que procesar, pero entenderás que todo esto no se cuenta en la primera cita, es demasiado… personal – me dijo mientras tomaba tímidamente su copa.

–       Entiendo – y de verdad entendí.

Así que después de esta noche, Santiago volvió a la competencia.  Al parecer va con todo y yo, no pude evitar sentirme feliz.

Switch

LXXII

¿Qué tal? Tanta queja mía porque Charly se iba y ahora, ¡casa llena!

Anoche tocaron la puerta; era casi media noche y yo me había ido a dormir temprano. Totalmente adormilada pregunté por el interfón quién era y la respuesta me despertó de una vez por todas. Una voz tímida sonaba desde la planta baja.

-Soy Tamara, ¿me das asilo, hermana?

Bad sister, bad bad sister

LXXI

Al parecer Charly y Peter se han reconciliado, y justo ahora, que yo no sé para dónde voy. Sé que sueno a la peor hermana, la peor amiga del mundo, pero no puedo evitar sentir cierto pesar. Con todo lo que me estaba costando acostumbrarme a tener un flatmate, ahora es probable que se me vaya.

Van a ir despacito, a ser “novios”, de nuevo, así que igual se regresa a casa de mamá, para estar más cerca.

Esta separación le ha traído una racha creativa a mi hermano, por lo que ha estado trabajando mucho en su poesía, quizás hasta publique un libro antes que yo. Bueno, para él no sería su primera vez.

No sé si en realidad estoy un poco celosa porque me sentía… ¿cómo describirlo?… ¿acompañada?, ¿comprendida? Y ahora mi niño se me va a brazos de su marido.

¿Quién entiende a las mujeres? Creo que por eso prefiero a los hombres y entre más, mejor.

Escritora de “a devis”

LXX

¿Se acuerdan de la telenovela?, la de William Levy. No me van a creer, pero la estoy escribiendo. Hoy tengo ganas de compartirlo con ustedes. Comencé en serio cuando estuve en el Fin del mundo y ahora tendré tiempo para escribir.

Tengo 15 días más de horario laboral y no sé en realidad si se hará lo de la entrevista de ensueño.

Lo más extraño es que no me siento asustada o triste. Esta sensación está conmigo de forma cada vez más fuerte, más firme desde que estaba allá, lejos. Quizás por algo ese lugar es conocido como “El fin del mundo, el principio de todo”.

Una mujer de mundo… al mundo

LXIX

La entrevista de trabajo estuvo fa-bu-lo-sa, además, no pudo venir en mejor momento.

De verdad que la actitud de no permisividad me hace sentir extrañamente segura en todos lados y obviamente el ambiente laboral no ha sido la excepción. Tuve un par de problemas con producción porque no se acostumbran a mi nueva autoridad (adquirida por mí misma, no porque me hayan ascendido), lo que ya me hizo “fama” (¡fama de mala, ¿no es increíble?!)

Después de la entrevista entré a hablar con mi jefe. Recordaba cada palabra de lo que habíamos charlado con mi entrevistadora: de mis estudios en el extranjero, de mis viajes, de estos muchos años de experiencia laboral, de las carencias y las ganancias, de mis capacidades y mis talentos… con todo eso, me sentí realmente fuerte para ir con él y pedirle una cita para este mismo día.

Dos horas después, salí de su oficina, sin un aumento y con la promesa de una renuncia en su escritorio. Para hoy mismo.